domingo, 18 de enero de 2009

Reflexion

Llego 2009!!!

Encontré este comentario que me pareció muy lindo para compartirlo ahora que iniciamos un nuevo año.

Muchas personas se quejan de la carrera de sus vidas.

Creen que tienen demasiados compromisos y culpan a la complejidad del mundo moderno.
Sin embargo, muchas de ellas multiplican sus tareas sin real necesidad.
Vivir con simplicidad es una opción que tenemos.


Muchas de las cosas consideradas imprescindibles, en realidad, son superfluas.
Angustiadas por múltiplos tareas, no reflexionan sobre su realidad íntima.
Se olvidan de lo que les gusta y no piensan en lo que les trae paz.
¿De qué vale ganar el mundo y perderse a uno mismo?


Nadie necesita cambiar el coche constantemente, tener incontables zapatos, salir todos los fines de semana.
Es posible reducir la propia agitación, contener el consumismo y redescubrir la simplicidad.
No se trata de llevar una vida inconsciente, sino de reencontrar la propia infancia en los pequeños placeres de la vida: una conversación interesante, reir con amigos, llamar a alguien que queremos,mirar las estrellas...
Todo eso compone la simplicidad de existir.
No es necesario tener mucho dinero o ser importante para ser feliz.
Pero es difícil tener felicidad sin tiempo, para hacer lo que a uno le gusta.
No hay nada de malo con el dinero o la fama.
Es bueno e importante trabajar, estudiar y perfeccionarse.
Progresar siempre es una necesidad humana.
Pero eso no implica vivir angustiado, mientras se intenta llevar a cabo infinitas actividades.
Si el precio de la fama es la ausencia de paz, talvez no valga la pena.

La simplicidad aprende a valorar lo esencial.
Las amistades genuinas, un amor cultivado, la serenidad y la paz de espíritu forman parte de las cosas simples y esenciales.
Presta atención en como empleas tu tiempo.
Experimenta desapegarte de los excesos.
Al optar por la simplicidad, tal vez redescubras la alegría de vivir.
Piensa en eso.


Hasta la próxima

Amalia!!

Artículo de: www.momentos .com

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